Bodas

La entrada de hoy en nuestro blog, no es un post “al uso”.

Una de nuestras novias más recientes, nos mandó una carta que queremos, porque estamos orgullosos, publicar aquí. Nadie mejor que todos vosotros,  parejas que hacéis de Tejera Negra partícipes y cómplices de un momento tan importante en vuestras vidas, como para expresar lo que la aldea ofrece como finca para bodas realmente especiales.

Así que… allá vamos. Este el testimonio de Ana y de dos de sus mejores amigas.  Mil gracias, Ana.

Ana, la novia:
“No tengo palabras suficientes que expliquen cómo fue la celebración de nuestra boda en Aldea Tejera Negra.

Aparte de la alegría como tal de un evento de estas características, si tengo que valorarlo en función de los comentarios que nos hicieron nuestros invitados, creo que no pudimos tomar una decisión más acertada.

Todo el mundo nos felicitó por la joya desconocida que es el pueblo de Campillo y por las instalaciones de Tejera. La comida fue “sublime” , tal y como nos dijeron de forma generalizada y el servicio espectacular, atento a los detalles de todos y cada uno de ellos. ¡No se lo podían creer!

Conseguir estos resultados hace pensar que exige una gran preparación y nervios, y lo alucinante es que no. Todo el servicio está tan atento a lo que necesitas que sin pedir las cosas, ya te las han solucionado, tanto antes de la boda como durante ese fin de semana.

La combinación de todas estas cosas ha hecho que la experiencia haya sido increíble y que en la memoria de todos nosotros, este día tenga un lugar para siempre.

¡Muchas gracias a todo el equipo de Tejera Negra por llevar hasta el nivel más alto esta experiencia!”

Arantza, amiga de Ana: -“Conocí La Tejera Negra gracias a la boda de una amiga. Cuando llegamos, nos pareció un lugar aislado del mundo y un entorno rural. Quizá ese es el motivo por el que tan gratamente nos sorprendió.

El lugar donde se celebró la boda es realmente bonito, con una vistas hacia el pueblo y las montañas, impresionantes.

El salón donde comimos (la carpa) estaba cuidado al detalle, las mesas muy bien adornadas, y con amplitud, a pesar de que éramos un grupo grande. La comida fue impresionante. ¡Nunca he comido un cordero tan tierno! Todo estuvo muy bien organizado y el servicio muy atento. Es un lugar idílico, al que sin duda volveré.

Lo recomiendo para cualquiera que quiera celebrar su boda en un entorno tranquilo, distinto de lo que nos ofrecen otros lugares más urbanos.”- 

Vicky, amiga de Ana: -“Siempre recordaré la boda de Ana. Por supuesto, porque Ana es mi amiga y la quiero, y porque siendo como es ella, no podía ser de otra manera, un maravilloso regalo para todos nosotros.

Para empezar, nos convocó a pasar 3 días en Campillo de Ranas, un lugar que forma parte de la ruta de la arquitectura negra, muy cerca de Madrid que yo no conocía, en donde las casas son de pizarra por entero, de color negruzco con tintes azules, violetas, grises, marrones y plateados. Allí nos reunimos en Aldea Tejera Negra, una casa rural, compuesta de varias casas, todas ellas de estos colores sobre el verde que crece por todas partes.

En este entorno de belleza total, con amigos, solo podíamos disfrutar del placer de comer, conversar, reír, bailar y sencillamente contemplar, placeres que la vida te reserva para ocasiones especiales, y como no podía ser de otra manera, Ana nos saco de nuestra monotonía, y en verdad compartió un momento tan importante de su vida, haciendo que para nosotros también fuera inolvidable”.-

 Gracias a vosotros que dais sentido a Tejera Negra.

¡Felicidades pareja, os queremos ver en vuestras bodas de oro!